Los lectores opinan

Algunos comentarios de los lectores

"Me parece un libro muy interesante y lo quiero leer 100 veces". "Es el mejor libro que he leído". "¡Me encantó este libro, es cómico! "Me gustó tanto que lo leí dos veces" "El libro es tan interesante que lo leí antes de que me dieran permiso"

Los lectores quebequenses de quinto año hablan del libro

"Me gustó mucho El congreso de los feos porque era muy cómico e interesante. Había capítulos que uno no podía parar de leer para saber lo que iba a pasar. Me gustaron mucho los capítulos 12 y 13. Estoy muy contenta de haber leído este libro. Sugiero este libro a los alumnos de cuarto y quinto año". (traducción del francés)

Thalia Hernández, quinto año

"Este libro me parece muy interesante. Hace llegar un mensaje a los que se encuentran feos. Es importante saber que ser feo ne quiere decir no ser inteligente. Saben, no es escuchando a los demás que los dicen "¡Yark! Es tan feo que ni siquiera sabe cuánto es 1+1. ¡NO! Yo también, me encuentro fea, pero sé muchas más cosas que el resto de la clase. Tengo acné y las que son populares me tratan como si no fuera interesante. Pero ven, eso a mí nunca me impidió ir más lejos". (traducción del francés)

Rod, quinto año

"El congreso de los feos es un libro muy cómico y muy divertido de leer. Me gustó mucho este libro porque es fácil de leer y los personajes son chistosos. Es uno de los mejores libros que he leído. Mi personaje preferido es Fierritos. Recomiendo este libro a todos los alumnos de cuarto y de quinto año" (traducción del francés).

Mélanie Côté

¡Me encantó el libro, es comiquísimo! ¡Los personajes son originales! ¡Le recomiendo al mundo entero que lo lea!

Isabelle Cloutier, quinto B

Me gustó este libro y lo sugiero a quienes les gustan las intrigas. Por ejemplo, está el personaje S que no quiere nunca decir su nombre. Esta novela les gustará a los que no aprecian la lectura. Es muy fácil de leer, salvo algunos nombres como Epericandia o Escrímides Ferrizarriega. Hay personajes extraños como una mujer con barba y dientes negros, un hombre sin cabeza, una gelatina ambulante, un hombre bajito que le llega a las rodillas de un niño y cuya barba le cubre su cara, y también una joven brujita con lentes oscuros y espesos.

Samuel Proulx, quinto año